Wilmer Hinestroza, renunció a su aspiración al concejo de Fortul

Arauca, 4 de octubre de 2019-.  Wilmer Hinestroza, militante del Partido Cambio Radical, renunció a su aspiración al concejo del municipio de Fortul. La decisión la adoptó por la poca atención y el desinterés que han tenido las autoridades en esa localidad frente a los hechos donde fue retenido junto a su escolta por hombres armados y despojados de los chalecos y el arma de dotación de su escolta a quien tuvo que defender para que no fuera asesinado por integrantes del grupo disidente.

En diálogo con el periodismo de Noticias Caracol de La Voz del Cinaruco en la Capital del Departamento, Wilmer Hinestroza, indicó que, en vez de tener el respaldo de las autoridades, lo que recibió fue críticas y señalamientos de parte de la Personera Municipal, como del comandante de la Estación de Policía. Allí le expresaron que estaba falta de una ayuda psicológica.

Wilmer Hinestroza denunció que las autoridades lo han tenido en su municipio de Fortul como integrante de las agrupaciones al margen de la ley, una situación que llevó a que tomara esta decisión de renunciar a su aspiración al concejo municipal, donde solo cuatro candidatos más por este partido tienen su aspiración.

Hinestroza dijo que no vale la pena perder la vida por una aspiración de este tipo. Recordó que su señor padre fue asesinado en presencia suya, mientras que en Saravena, también se le secuestró y quitó la vida a un hermano, estuvo preso y han sido muchos los líderes que han caído por las manos asesinas de los actores armados.

Esta situación de amenaza y dejación de aspiración al concejo de Fortul, será presentado hoy ante la Ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien junto a las autoridades y otros funcionarios del orden nacional presidirá el Comité de Seguimiento Electoral Ampliado.

Dijo que ha estado abandonado hasta por el propio Partido de Cambio Radical. Trascurrido el hecho de retención por disidentes no ha recibido ni una sola llamada de los directivos de su partido.  Fuente: la voz del cinaruco